4 de junio de 2015
"MAD MAX: FURIA EN LA CARRETERA": UN VIAJE DE 15 AÑOS.
(Publicado originalmente en Cine y Café versión Facebook el 19-05-15)
Desde el pasado día 20 de Mayo tenemos por fin en las salas de cine una de las películas más esperadas de este 2015. Estamos hablando de Mad Max: Furia en la carretera, film que supone no sólo el regreso del director George Miller a la saga que lo hizo famoso - suyas son Mad Max: salvajes de autopista (1979), Mad Max 2: El guerrero de la carretera (1981) y Mad Max: más allá de la cúpula del trueno (1985) -, sino también un regreso al más puro cine de acción “ochentero”.
Si aún no habéis visto esta joya del Séptimo Arte - aplaudida por el mismísimo Mel Gibson, el Mad Max original -, os animamos encarecidamente a corregir ese error. Mientras leemos éstas líneas el film ya lleva recaudados más de 283 millones de dólares a nivel mundial.
Con un presupuesto oficial de 150 millones de dólares y un rodaje que tuvo lugar durante cinco meses de 2012 en Namibia (África), con algunas escenas adicionales filmadas en 2013, pocos sospecharíais que el veterano director australiano George Miller, de 70 primaveras, llevaba casi 15 años intentando llevar adelante Mad Max: Furia en la carretera.
Vamos a hacer aquí un breve repaso de la epopeya que le supuso a Miller el poder filmar y estrenar ésta película.
- Todo empieza a finales de los 90, cuando Miller “estaba en un largo vuelo nocturno volviendo a Australia, cuando la mayoría de la historia me vino a la cabeza de forma espontánea”. Se buscó a un compañero - Brendan McCarthy - que le ayudara a dar forma al guión. Guión que en palabras de Miller fue concebido como “una salvaje persecución de dos horas”.
- Inicialmente, Mel Gibson era el actor previsto para retomar su mítico papel de Max Rockatansky. Gracias a la productora de Gibson, Icon Productions, el proyecto empezó a despegar amparado por el gran estudio 20th Century Fox, quienes iban a ayudarle económicamente con su La Pasión de Cristo (2004). Pero Fox se sintió reticente a producir un film religioso hablado en arameo, y aquello paralizó un poco las cosas. Aún así la preparación siguió adelante.
- Tres meses antes de iniciar el rodaje en Namibia (África), con EEUU metido de lleno en la guerra de Irak, el presupuesto del film –contabilizado en dólares australianos- se infló muchísimo debido a que el dólar americano cayó casi un 25%. Si a eso le sumamos los conflictos bélicos que acontecían en Namibia, que ocasionaron el cierre de los envíos por tierra al país sudafricano y los problemas de Fox con Gibson… Al final el estudio retiró los 100 millones de dólares que destinaba a la película, con los decorados a medio construir y todo se derrumbó.
- Con la salida de Fox, llegó Warner. Cuenta Miller “Warner se había leído el guión de ‘Happy Feet, rompiendo el hielo’, y estaban muy interesados en hacerla realidad. Así que me lancé de cabeza a ello y aparqué ‘Mad Max’ momentáneamente”.
- La buena experiencia con Happy Feet y Happy Feet 2 llevó a Miller a plantearse Mad Max: Furia en la carretera como una película de animación. “Siempre me ha gustado el ‘anime’ japonés y su sensibilidad. Me plantee hacer la película al estilo de un ‘anime’ híbrido, más cerca de la sensibilidad occidental tal y como hizo Kurosawa al evitar ese salto cultural entre las ideas japonesas y las occidentales en su cine”.
Pero a Miller le seguía tentando el recuperar el proyecto en forma de película en imagen real. Así que siguió trabajando en el guión, puliendo la historia, mejorándola… “Llegamos a tener hasta 3.500 viñetas de storyboard colgadas en la pared. Era la película entera. De hecho, había detalles técnicos que pensé que jamás podríamos hacer de verdad, por las limitaciones de aquel entonces. Que tendríamos que filmarlos frente a una pantalla verde. Por suerte, las técnicas han avanzado”.
- Descartado Mel Gibson como protagonista por ser demasiado mayor, Miller contrató a Tom Hardy como el nuevo Max Rockatansky y a Charlize Theron como Imperator Furiosa, la co-protagonista femenina.
El rodaje iba a dar comienzo en Nueva Gales del Sur (Australia) cuando de repente “el clima cambió”, cuenta Miller. “En aquella zona no había llovido desde hacía 15 años, y todo se inundó a causa de las tormentas. Lo que antes era un precioso desierto de tierra roja, ahora eran prados llenos de flores. No es el mejor entorno para Mad Max, ya me entendéis. Los de Warner nos propusieron esperar un año entero a que todo se secara, pero pasado ese tiempo no lo hizo. Así que cogimos todos nuestros vehículos, unos 200 aproximadamente, y nos los llevamos en barco a Namibia donde, curiosamente, ya estuvimos casi 15 años antes.”.
Así tenemos hoy esta maravilla que es Mad Max: Furia en la carretera.
Al respecto de la utilización de efectos especiales generados por ordenador (CGI), Miller dice: “No he pretendido hacer una película que desafíe las leyes de la física. Aquí no hay gente que vuele, ni hay naves espaciales. Sólo hay coches. Y si tienes coches, ¿por qué hacerlos digitales? Así, no sólo da la impresión de que los especialistas estuvieron en peligro, sino también los propios actores. El público valorará muchísimo el poder ver a esas bestias de acero volcar y chocar a toda velocidad, sabiendo que es 100% real”.
En palabras de Miller, los efectos especiales generados por ordenador han sido utilizados únicamente para tres cosas: borrar algunos cables de seguridad, crear la gran tormenta de arena, y borrar las marcas de neumáticos. Cuenta Miller “de niño recuerdo que podías contar cuántas veces había hecho falta repetir una escena fijándote en las marcas de neumáticos que habían en lo que, supuestamente, era un terreno virgen”.
Está claro que Miller ha disfrutado mucho filmando Mad Max: Furia en la carretera. Pero esos 15 años de preparación no sólo han sido malas experiencias. Y nos referimos a las más que posibles secuelas que están por venir.
Como ya explicó en la Comic-Con de San Diego “para contar esta historia, acabamos inventándonos a lo largo de los años de desarrollo otras dos. Hemos escrito el guión de una, y una novelización muy primitiva de la otra. A lo largo del rodaje escribimos algo así como biblias sobre los protagonistas. Nos preguntamos quién es Furiosa, así que nos inventamos su historia. Lo hicimos con todos los personajes relevantes. Debido a los retrasos, seguimos trabajando en ello, y acabamos con dos historias muy bien desarrolladas”.
De hecho, Miller ha declarado recientemente que el guión de la que podría ser la continuación está listo, y su título es Mad Max: The Wasteland. Ahora faltará que Warner de luz verde al proyecto, aunque seguro que esperarán a ver qué tal le va en taquilla a la actual película. En cuanto a Tom Hardy, el protagonista, ya ha anunciado que si la película tiene éxito firmará un contrato para aparecer en tres secuelas más.
Para terminar, os dejamos unas cuantas curiosidades sobre Mad Max: Furia en la carretera:
- Para recrear el singular aspecto del film, George Miller dio una indicación muy clara respecto a la fotografía de la película: que debía ser tan colorida como fuera posible para diferenciar su film del resto de cintas de corte post-apocalíptico, que son siempre representadas con colores grisáceos y sombríos.
- El actor Hugh Keays-Byrne, que interpreta al villano del film, Immortan Joe, ya participó en la primera Mad Max (1979) interpretando igualmente al villano. De hecho, en un flashback que Max tiene durante la película, podemos ver rápidamente los ojos del villano del primer film.
- El guitarrista-lanzallamas que aparece en la película es un músico australiano llamado Sean Hape, quien durante una entrevista reveló que la guitarra ¡disparaba llamas de verdad!
- Se rumoreó que Mel Gibson haría un cameo interpretando a un vagabundo.
- Para el papel de Max Rockatansky el director siempre tuvo en mente a Heath Ledger ("El Caballero Oscuro"), aunque tras su repentina muerte en 2008 hubo que cambiar los planes. Jeremy Renner ("Los Vengadores") también se presentó a las pruebas, siendo descartado. Finalmente, Tom Hardy almorzó con Mel Gibson, explicándole sus ideas para interpretar a Mad Max. Gibson le transmitió su aprobación.
- La calavera con gorra y gafas de aviador que corona uno de los vehículos de los villanos es una referencia al personaje del Capitán Gyro, aparecido tanto en la segunda (1981) como en la tercera parte (1985).
- El título inicial de la película era Mad Max: Role Back, cuando Mel Gibson aún se perfilaba como protagonista.
Larga vida a George Miller.
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