(Publicado originalmente en Cine y Café versión Facebook el 16-04-15)
Hay una película que supone el cierre oficial de la llamada Fase Dos de Marvel Studios, y no estamos hablando de Vengadores: La era de Ultrón. La película que hará de puente entre esa y la futura Capitán América: Guerra Civil es Ant-Man, posiblemente el film más desconocido del estudio de cine. Al menos a día de hoy.
Porque conforme se vaya acercando la fecha de estreno (24 de Julio en nuestras fronteras) Marvel Sudios empezará con el bombardeo mediático y comercial. Pero, como decíamos, a día de hoy Ant-Man sigue siendo bastante desconocida por el público general.
Probablemente, sólo los fans más acérrimos – y frikis - le conozcan. Pero Ant-Man fue miembro fundador de Los Vengadores originales en los cómics, y fue creado por Stan Lee y Jack Kirby allá por 1962. Ahora Marvel Studios nos presenta al superhéroe más minúsculo de su catálogo, ofreciéndonos una espectacular película.
Equipado con una tecnología revolucionaria, consistente en un supertraje que le permite reducir su tamaño al de una hormiga pero aumentando proporcionalmente su fuerza física, y un casco con el que puede controlar a las hormigas a voluntad, el superhéroe Ant-Man ha conocido hasta tres encarnaciones dentro del universo de los cómics Marvel.
El argumento de Ant-Man, la película, es una simplificación y puesta al día de los orígenes del personaje, tomando las dos identidades más conocidas: Hank Pym y Scott Lang.
En la película conoceremos a Scott Lang, ladronzuelo carne de presidio con una hija a su cargo, en quien el científico y entomólogo el Dr. Hank Pym ve una serie de cualidades positivas, por lo que decide darle una segunda oportunidad para redimirse de su pasado delictivo y convertirse en el nuevo Ant-Man. ¿El nuevo Ant-Man? Si, porque Hank Pym ya fue el primer Ant-Man allá por 1963, cuando creó la tecnología del supertraje en colaboración con Howard Stark (padre de Tony). Ahora, Pym deberá usar las habilidades de Scott para robar el supertraje de las manos del empresario Darren Cross, antiguo protegido suyo, que pretende usar sus enseñanzas para transformar el supertraje con objetivos militares para hacer el mal.
Pero más allá de la trama principal de la película, lo interesante será ver esos flashbacks ambientados en los años 70 y 80, entre Pym, Howard Stark, la agente Carter y una embrionaria agencia SHIELD, que supondrá las claves y explicaciones para cerrar la Fase Dos de Marvel Studios a raíz de los decisivos sucesos con los que finaliza Vengadores: La era de Ultrón.
En el reparto tenemos al cómico Paul Rudd (“Virgen a los 40”, “Lío embarazoso”, “Juerga hasta el fin”) como Scott Lang, Michael Douglas (no necesita presentación) como Hank Pym, Evangeline Lilly (“El Hobbit”, “Perdidos” en TV) como Hope Van Dyne, la hija de Pym, Corey Stoll (“House of Cards” en TV) como el villano Darren Cross, el catalán Jordi Mollà como Castillo, John Slattery (“Mad Men” en TV) como Howard Stark (papel que ya interpretó en Iron man 2), y Hayley Atwell retomando el rol de Peggy Carter (vista en varias películas Marvel y con su propia serie de TV), entre otros.
Vamos a ahondar un poco más en el proceso de creación de la película. Porque el saber que tras ocho años trabajando en el proyecto, te dan la patada, debe decepcionar bastante... Y si no, que se lo pregunten a dos señores británicos...
El proceso de producción de Ant-Man no ha sido un camino de rosas, precisamente. Hablábamos de dos señores británicos. Desde hace la friolera de ocho años, el director Edgar Wright (“Arma Fatal”, “Scott Pilgrim contra el mundo”, “Bienvenidos al fin del mundo”) y el guionista Joe Cornish (“Attack the block”, “Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio”) han estado gestando su visión de lo que debería ser la película de Ant-Man, visión que a Marvel Studios y su máximo responsable, Kevin Feige, les encantaba.
Pero así las cosas, que Marvel Studios se ha ido posicionando cada vez más en el panorama del entretenimiento, con unas cifras tremendas, y de todos es conocido su mano de hierro a la hora de desarrollar proyectos, seguramente debido a que todas las películas están interrelacionadas.
Y decimos “mano de hierro” porque se sabe que poca es la libertad creativa que dejan a los directores y guionistas, que siempre deben transitar por una línea muy marcada. Es cierto que hay excepciones, como James Gunn y sus Guardianes de la Galaxia, que tuvo carta blanca para hacer lo que quisiera, y lo bien que le ha salido.
El caso es que al poco de iniciarse el rodaje, concretamente el 23 de Mayo del pasado año, Edgar Wright abandonó la película (dicen) por las presiones de Marvel Studios para que el director se ajustase a su visión de la película. Visión que chocaba de frente con la de Wright.
Pero la maquinaria hollywoodiense es hambrienta e insaciable, y no tiene un minuto que perder con discrepancias: Marvel Studios se espabiló para encontrar nuevas manos que reescribieran el guión original de Joe Cornish. Manos que fueron Adam McKay (“Hermanos por pelotas”) y el propio actor protagonista, Paul Rudd. Y también espabilaron en encontrar nuevo director, uno más dócil, y lo encontraron en Peyton Reed (“Abajo el amor”, “Separados”, “Di que sí”).
En palabras de ambos, Rudd y McKay, su trabajo ha consistido en "dar más épica al guión previo, dotándolo de más y elaboradas escenas de acción, y potenciando el humor". ¿El resultado? Lo veremos en cines a partir del próximo 24 de Julio.
El rodaje ha tenido lugar en localizaciones de Atlanta (Georgia), San Francisco (California) y dentro de los estudios Pinewood de Atlanta (Georgia).
Para la película se ha utilizado la cámara especial Arri Alexa XT de resolución 4K, usada para filmar al detalle todo nuestro mundo, pero desde una perspectiva diminuta, como de… una hormiga.
¿Creéis que la versión de Wright y Cornish hubiera sido más interesante? ¿Cuánto de ella quedará en la película que finalmente se estrenará?
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