La jornada del 3 de Septiembre en la 67ª Mostra de Venezia tuvo al mal tiempo como protagonista ingrato, pero a pesar de la abundante lluvia, el cine siguió tomando el protagonismo. Como debe ser. Y así podemos señalar que el nuevo trabajo de Sofía Coppola, de título SOMEWHERE, consiguió gustar y mucho y con ello parece retomar el talento que lleva por sus venas.
SOMEWHERE es la historia de una estrella de Hollywood, protagonizada por Stephen Dorff (el malo de "Blade" - Stephen Norrington, 1998), que nunca ha sido precisamente una estrella de relumbrón (ni un actor refinado), que vive en el famoso hotel Chateau Marmont de Los Ángeles. Su vida, hasta entonces repleta de placeres propios de la fama, cambia de forma radical cuando recibe la visita de su hija de once años (interpretada por una sorprendente Elle Fanning - que si, es hermana de Dakota).
La crítica ha celebrado el regreso de la cineasta, incluso calificándola de su mejor película. Algo que nos congratula y mucho, puesto que LOST IN TRANSLATION demostró que ha heredado una buena dosis del talento paterno. Y parece que ya se coloca en las quinielas para el León de Oro con este largometraje intimista, con pocos diálogos, muchos silencios, excelente fotografía y con un argumento que maneja con acierto la soledad de los que lo tienen todo.
El otro título destacado de la jornada de ayer y que también entraba en competición fue HAPPY FEW de Anthony Cordier. Una película que fue acogida tibiamente y eso que contiene algunas escenas que elevaron la temperatura del festival. Cuatro protagonistas que forman un retrato sexual y amoroso, de intercambios liberales, que sin embargo es filmado con un exceso de preciosismo estético y musical, a pesar de contener una reflexión sobre la madurez sentimental y sexual, la posesión y los celos. Al final parece que ha dado más que hablar por alguna escena tórrida que por el resultado global.
El otro título destacado de la jornada de ayer y que también entraba en competición fue HAPPY FEW de Anthony Cordier. Una película que fue acogida tibiamente y eso que contiene algunas escenas que elevaron la temperatura del festival. Cuatro protagonistas que forman un retrato sexual y amoroso, de intercambios liberales, que sin embargo es filmado con un exceso de preciosismo estético y musical, a pesar de contener una reflexión sobre la madurez sentimental y sexual, la posesión y los celos. Al final parece que ha dado más que hablar por alguna escena tórrida que por el resultado global.
Por último, no podíamos obviar que el director John Woo fue homenajeado y recogió el León de Oro por su carrera. Y además, aprovechó para presentar su último trabajo, de título REIGN OF ASSASSINS, una película curiosa y entretenida. Por supuesto, él se mostró muy feliz. Y los amantes del cine de acción también.
Seguiremos informando !
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