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28 de mayo de 2015

ENTRADAS A 20 EUROS SEGÚN LA PELÍCULA, ¿EL FUTURO DEL CINE?


(Publicado originalmente en "Cine y Café" versión Facebook el 16-01-15)

Seamos realistas: los cines lo tienen jodido.

Con las pantallas gigantes que hoy ofrecen los principales fabricantes, que incluyen pantallas curvas, sonido surround y definición 4k, cada vez cuesta más que nos resulte atractiva la idea de ir al cine.

“Coloca” a los niños (si los tienes) con quien puedas, aparcamiento, gasolina, cena y palomitas de maíz… A veces termina saliendo la broma por el mismo importe que una buena cena. Además, la calidad de imagen y sonido en muchos cines deja mucho que desear (¿Por qué algunos cines no revisan esos altavoces que parecen malditas freidoras?), hay que aguantar al pesado de al lado que no deja de moverse, mira su móvil todo el tiempo y hace comentarios en voz alta ("¡Oiga, si quiero escuchar los comentarios del director ya me compraré el DVD! Gracias")… Por otro lado, en casa podemos estar lo más cómodos posible, comiendo lo que se nos antoje.

Por eso desde hace años las principales cadenas de exhibidores (que no exhibicionistas) se rompen el coco para convertir la salida al cine en una experiencia igual o mejor que mirarse una película en casa. La clave es convertir los cines en verdaderas salas de estar.

Recientemente se inauguró en Los Ángeles un nuevo complejo cinematográfico que transforma por completo la experiencia de “ir a ver una peli”.

Para empezar, todo es muy lujoso y discreto, no hay colas de ningún tipo para comprar bebidas y palomitas, y en cada una de sus seis salas caben muchos menos espectadores que una convencional. Y esto es porque no hay butacas, sino grandes sillones reclinables con una mesita y un menú electrónico en un iPad, que permite pedir bebidas de todo tipo y cena incluso durante la proyección. ¡Y un amable y discreto camarero te la lleva a tu sillón! Tienen además un restaurante de lujo con varios ambientes y variedades culinarias y un aparcamiento VIP. ¿Y la proyección? Por supuesto en la más alta definición de imagen y sonido.

El lugar se llama iPic, y forma parte de una cadena que ya posee doce complejos en diferentes ciudades de EEUU. Las imágenes que acompañan éste artículo son de algunas de sus salas.

Aunque en nuestras fronteras existen desde hace tiempo propuestas similares, el edificio de Los Ángeles de iPic ha sido diseñado especialmente con éste objetivo. Es decir, no es una vieja sala reacondicionada, como sí sucede aquí y también allí.

Lo que está claro es que el invento es para carteras abultadas, porque la entrada media cuesta al cambio sobre unos 20 euros por persona, y cenar mientras ves la película con un buen vino (no, no es broma) puede hacer subir esa cifra hasta los 40 euros por comensal.



¿Es este el cine del futuro? ¿Es una “ida de olla” que acabará pasando?

Steven Spielberg y George Lucas lo tienen claro: Hollywood siempre se ha quejado de perder dinero, del riesgo que supone producir una película y que el público no responda a la inversión. Ellos predicen una implosión inevitable en la industria. El fracaso en la taquilla de media docena de películas que costaron doscientos millones llevaría, según ellos, a un cambio sustancial en el precio de las entradas de cine.

Para Lucas, la metamorfosis que auguran ocurrirá pronto y obligará a que el precio de las entradas de películas de gran presupuesto sean más caras que aquellas producidas con menos dinero.

Es decir, en el futuro que predicen este par el público tendrá que pagar unos 25 dólares (alrededor de 20 euros) por una superproducción estilo Los Vengadores 5 y unos 7 dólares por una cinta independiente estilo la nueva película de Woody Allen.

¿Opiniones?

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