"¿Puedo persuadirle para que se lleve un bocadillo, señor?" - Alfred.
Con esta
avispada frase arranca la película que será nuestra cuarta incursión en el mundo del Hombre Murciélago, y sus "pudo haber sido". Estamos hablando de
BATMAN FOREVER.
Las dos anteriores películas de Batman, pese a que tuvieron buena acogida crítica y popular, no recaudaron tanto como
Warner Bros. pretendía (en cuestiones de dinero, amigos míos... no hay piedad). De esa forma, para la tercera entrega de la saga se decidió prescindir de
Tim Burton a los mandos del barco.
La intención era darle un giro más o menos radical a la saga, acercándola a la llamada generación MTV. Así, nos olvidariamos del tenebrismo y oscurantismo de Burton para pasar a una película llena de música a todo volumen compuesta no por una orquesta, sino por temas populares de diferentes grupos de la época (U2, PJ Harvey, Seal, Massive Attack, etc), un montaje acelerado, mucha luminosidad... En resumen, un videoclip de hora y media de duración.
Los productores apostaron por ofrecerle la dirección al joven Joel Schumacher, que tan buenos resultados había obtenido con Un Día de Furia (1993) y El Cliente (1994), para darle aire fresco a la saga. Burton, no obstante, se mantuvo dentro del film como productor.
Y había una premisa más, inamovible: aparecería, por fin, Robin.
Como la idea era romper radicalmente con los films de Burton, se decidió prescindir de Michael Keaton para interpretar al protagonista. En su lugar fue contratado Val Kilmer, aunque fue tanteado también Alec Baldwin, quien pedía un sueldo demasiado elevado.
Hubo dos papeles que se asignaron sin discusiones: Para interpretar a Robin se optó por el ascendiente
Chris O'Donnell, que tan buen hacer había hecho en la producción Disney
Los Tres Mosqueteros (Stepehen Herek, 1993), y para el del villano Dos Caras contrataron al tejano
Tommy Lee Jones, quien ya trabajó con Shucmacher en
El Cliente (1994).
La cosa no estaba tan clara con el segundo villano de la función: El Acertijo. Warner bros. apostaba por Robin Williams (actor que siempre ha querido interpretar a un villano de Batman, y ya considerado para el papel del Joker y el del Pingüino), pero el director se empeñó en que fuera interpretado por el payaso Jim Carrey, debido a su amistad.
Para
la chica de la película, la Dra. Chase Meridian, se tanteó a
Julia Roberts,
Sandra Bullock, o
Rene Russo, pero finalmente fue a parar a manos de
Nicole Kidman.
Los británicos Pat Hingle y Michael Gough repetirian sus papeles de Comisario Gordon y Alfred, respectivamente.
Hay una curiosidad: al final del film aparece uno de los psiquiatras del Asilo Arkham (la tenebrosa prisión donde permanecen encerrados los villanos) cuyo nombre es "Dr. Burton", y su apariencia es sospechosamente parecida a la del director de los films anteriores. ¿Homenaje o afilada burla? Lo dejamos a vuestra elección.
También se rediseñó el Batmovil (según los artistas "una mezcla entre locomotora y Hot Rod"), la ciudad de Gotham City (dándole a los vehículos, habitantes y edificios un estilo a medio camino entre los años 30 y el futuro), y se invertió una cantidad ingente en efectos especiales y digitales. La película tiene 200 tomas con efectos especiales.
El argumento: el film tiene un arranque espídico, a ritmo de música alta, y nos muestra a Batman combatiendo contra Dos Caras, en un intento de robo al Gotham City Bank.
Al día siguiente Bruce Wayne visita su empresa de electrónica, donde conoce al alocado Edward Nygma, un ingeniero que está desarrollando el TV en 3D. Wayne rechaza la idea por cuestiones morales, ya que "manipular las ondas cerebrales es ir demasiado lejos".
Además, Wayne conoce a la Dra. Chase Meridian, una recién llegada a Gotham City obsesionada con el Hombre Murciélago, aunque no soporta a Bruce Wayne.
Por otro lado, en un intento de cita entre ambos en el Circo de Gotham, Dos Caras hace su aparición asesinando a varios artistas acrobáticos, entre ellos los padres del joven Dick Grayson, miembro de los acróbatas. Bruce se siente culpable por no haber podido salvar la situación y decide acojer al huérfano en su mansión.
Edward Nygma, que ha presenciado en TV la sangrienta intervención de Dos Caras, decide convertirse en El Acertijo, y le propone al criminal una unión entre ambos: Dos Caras ayuda al Acertijo a reunir dinero (robado) para poder producir su TV en 3D modificada (en realidad absorbe las ondas cerebrales de las personas y las transfiere directamente al cerebro del Acertijo, revelándole todos sus secretos), y a cambio él le revelará quien se esconde bajo la máscara de Batman.
No hace falta decir que ambos villanos son demasiado para el Hombre Murciélago, y éste está a punto de perder la vida, cuando es rescatado por Dick Grayson, quien ha descubierto el acceso a la Bat-Cueva por casualidad.
Batman rechaza la ayuda del joven, y decide "colgar" el traje de superhéroe para poder tener una vida normal con la Dra. Meridian. Pero cuando los dos villanos lanzan su ataque decisivo contra la mansión Wayne (Acertijo ha descubierto la identidad de Batman, y Dos Caras y sus matones se presentan en la casa), secuestrando a la Dra. Meridian, Alfred y Dick Grayson convencen a Bruce de que su única opción es aceptar la ayuda del chaval como Robin.
Ambos se enfrentan a los villanos en la guarida del Acertijo, donde Dos Caras cae al vacío y muere, y el otro villano queda reducido y es enviado al Asilo Arkham. Nace así el "Dúo Dinámico": Batman & Robin.
La película en sí es un tráiler de ella misma, ya que con tantos personajes y tan pocos diálogos, no da tiempo para más.
Val Kilmer destruye la mitología de Batman en una sola frase, pronunciada al final de la película: "Ya no hay trauma", en referencia al asesinato de sus padres. Por esta regla de tres, ¿Suponemos que ya no es necesario seguir vistiéndose de fantoche y recorrer los tejados en busca de criminales? ¡Muy mal!
Tommy Lee Jones, actor al que todos respetamos, acaba convertido en una especie de mala imitación del Joker de Jack Nicholson, obligado a ello para estar "a la altura" del payaso de Jim Carrey.
Sobre Jim Carrey y su actuación mejor no hablamos. Simplemente espantoso.
Nicole Kidman es la peor psiquiatra del cine, dejando por los suelos a la profesión. Aparentemente "cura" a Bruce Wayne/Batman de su trauma infatil tras acostarse con él. ¡¿?!
De esta forma, quien emerge como el "mejor actor" del film es Chris O'Donnell, quien interpreta a un Robin rebelde de forma más que convincente, aunque sea por simple eliminación.
Mención especial a la estupidez del Comisario Gordon (Pat Hingle, excelente actor británico muy desaprovechado en este film), quien tras encontrar una nota del directivo de Empresas Wayne que reza "Adios mundo cruel" afirma, categórico "No hay duda. Es un suicidio". ¡¿?!
Únicamente Alfred (Michael Gough) pronuncia la mejor frase del guión, cuando intenta animar al recién llegado Dick Grayson: "Las alas rotas sanarán con el tiempo, sr. Grayson. El Petirrojo (Redbird, sinónimo de Robin) volverá a volar".
Pese a todo esto, la película fue un éxito absoluto, y se ganaron millones de dólares gracias al merchandising de los juguetes, videojuegos, etc.
Si Batman y Batman Vuelve (Tim Burton, 1989 y 1992) bebían directamente de la oscuridad que Frank Miller puso de moda en aquella época gracias a los comics del Hombre Murciélago, el Batman Forever de Schumacher vendría a ser un homenaje directo a la serie de Tv de los años 60, con mucha luz, dosis de humor y cierto tono de auto-parodia. Lo que no significa que sea una mala película pese a todo.
Por esas razones, un año después ya se inició la pre-producción de otra entrega, pero eso os lo cuento otro día.
El director Pau Cantos reunió a Carlos Lorite con la protagonista absoluta de la historia. ¿Zeta-Jones? ¿La Roberts? ¿La Stone? ¡No! La señal de carreteras que da título al cortometraje, (que fue construída especialmente para la película, aunque parezca una de verdad)
