Hola cine-adictos !
Pónganse cómodos, que hoy estoy inspirado.
¿Es el cine en 3D una moda pasajera? ¿Ya está pasando? ¿Se acabó? Las respuestas a esas preguntas son: "si", "si" y "podria ser".
Lo que es evidente es que el fenómeno de las 3D empieza a ir en retroceso, lo que va a provocar el cabreo de muchos que han pagado millones de dólares y de euros en la instalación de equipos de proyección digitales en sus salas de cine.
Pero no corramos tanto. Antes de dictar sentencia contra el formato tridimensional hay que dejar algo claro: aunque la reducción en taquilla por parte de las copias en 3D frente a las 2D es ya un hecho confirmado en EEUU, en el mercado internacional las cosas no pintan igual. Los espectadores siguen embobados ante una cabeza rodando hacia ellos, una espada viniendo de repente, las babas de Torrente o cualquier otra gilipollez similar. ¿Qué terminará por pasar? Bueno, cine-adictos. Lo que sucede - cinematográficamente hablando - en EEUU tarde o temprano acaba por contagiarse al resto del mundo.
El primer síntoma de que las 3D ya no molaban lo dio Piratas del caribe: en mareas misteriosas, ya que en EEUU durante su primer fin de semana de estreno recaudó algo menos de 100 millones de dólares, una cifra menor a la esperada que se atribuyó al hecho de que la mayoría de espectadores apostaron por la versión en 2D en lugar de la 3D, por lo que muchas familias se ahorraron unos dólares.
Pero aquello no fue una moda puntual: a Kung Fu Panda 2, una película dedicada al público infantil y que se creía iba a arrasar en 3D, le sucedió lo mismo.
Y fue entonces cuando uno de los principales defensores de este sistema, Jeffrey Katzenberg, el cabecilla de Dreamworks Animation, concedió una entrevista a The Hollywood Reporter donde se declaró "descorazonado" ante el evidente rechazo de las audiencias al formato que tanto él como James Cameron han insistido una y otra vez que era la fórmula mágica para la recuperación económica de productoras, estudios, distribuidoras y exhibidores cinematográficos.
Katzenberg también atacó a aquellos que emplearon el sistema 3D de forma, según él, inadecuada. Y claro, todo el mundo pensó en la misma película: Furia de Titanes.
Su transferencia de 2D a 3D fue criticada por todos los que tenían dos dedos de frente, ya que fue una decisión a última hora en un film que no podía ser exhibido en formato tridimensional porque no se montó como tal: en un film en 3D los planos deben durar más de tres segundos para que la sensación de profundidad surja efecto.
El director de la película, Louis Leterrier, no montó el film con eso en mente, porque no le fue comunicado hasta el final que iba a ser en 3D, y así salió la película...
Volviendo a Katzenberg, también dijo " es realmente descorazonador ver que lo que ha sido la mayor oportunidad que ha tenido la industria del cine en más de una década ha sido dañada... Hemos decepcionado a nuestro público múltiples veces y por eso existe una desconfianza genuina por el formato 3D, cuando hace solo un año y medio había un entusiasmo sin igual. Ahora todo eso ha sido dañado.
En ningún caso se trata de la muerte de las 3D, pero hasta que la experiencia de ver una película en 3D no vuelva a sorprender, va a ser un desafío ".
Y a Katzenberg le hicieron a continuación la pregunta del millón. ¿La huída del público de las películas en 3D es debido al precio de las entradas, que son más caras que en el caso de los films en 2D? Ésta es su respuesta:
" Damos a la audiencia una opción. No se trata de que forcemos a todo el mundo a volar en primera clase. Aquellos que digan que es el precio, les digo que por eso continuamos apoyando a las copias en 2D. Pero francamente, no hay industria en el mundo que no intente convencer al cliente de mejorar su experiencia. Tanto da que sean zapatos, vino, té o coches; todo el mundo trata de ofrecer precios distintos. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo si ofrecemos un valor añadido por un precio añadido? Pero si los engañamos, que es lo que ha sucedido demasiadas veces, entonces nos darán la espalda ".
Y veremos lo que ocurre dentro de poco con otras películas que se están vendiendo a lo grande en 3D.
Pero, ¿convencen las 3D a las personas que deben trabajar con este método? Es decir, ¿convence a los directores? Hay opiniones para todo.
Sin ir más lejos, Tim Burton fue prácticamente obligado a estrenar Alicia en el País de las Maravillas en 3D, y ahora el mismo director ya ha anunciado que su próximo film, Dark Shadows, será en 2D. Otros directores que son contrarios al 3D son, por ejemplo, Christopher Nolan, que cuando llegó el momento de decidir si El Caballero Oscuro iba a ser filmado en 3D, el realizador se negó en redondo, apostando por el formato IMAX, como está sucediendo también con The Dark Knight Rises, actualmente en rodaje: nada de 3D.
Otro que también era contrario al 3D era Michael Bay. Pero el estudio lo obligó a filmar su Transformers: el lado oscuro de la Luna en tal formato, lo que obligó al realizador a montar la película de forma distinta dando más tiempo a los planos para respirar (lo que os decía antes de que los planos deben durar más de tres segundos para que la sensación de profundidad surja efecto). Y esto nos lleva a otra gran pregunta: ¿Hasta qué punto el filmar en 3D o no hacerlo perjudica el modus operandi de cada director? ¿Nos garantiza esa visión única que él quisiera ofrecernos, o está sujeto a reglas que él no apoya pero debe cumplir? Es para pensárselo un rato...
Para terminar, decir que la web inglesa ElectricPig confirmó hace poco que desde el comienzo de la implantación real de las tres dimensiones en el cine, en los años 50, cada tres décadas se ha vivido una resurrección del formato (años 80 y ahora) que luego ha caído en picado tan pronto como el entusiasmo del público se desvanece. Sin ir más lejos, y volviendo a los 80, ¿no os acordáis de la pesadilla visual que supuso El gran tiburón ("Jaws 3-D", Joe Alves, 1983)? Pues eso...
Quisiera terminar hablando de cómo convencieron a alguien tan tozudo como Michael Bay para que filmase Transformers: el lado oscuro de la Luna en formato estereoscópico (3D, en palabras menos cinéfilas).
" Visité a James Cameron mientras rodaba Avatar y vi todas esas pantallas azules y las cámaras inmensas y me dije: "ese no soy yo". Para mí es duro, porque soy un fan del celuloide, del formato anamórfico, de las lentes a la antigua usanza ", explicó Bay en un excelente artículo a Los Ángeles Times.
Pero fue el mismo Cameron quien lo convenció para que probara las mismas cámaras que empleó en Avatar (si, esa película de la que ya nadie casi se acuerda, película con la que consiguió lavar el cerebro a medio mundo haciéndoles creer que estaban ante algo novedoso y original...), y Bay pareció quedar algo convencido, pero no mucho.
Al final, quizás en su contra y probablemente obligado por el estudio, Bay terminó filmando Transformers: el lado osucuro de la Luna en 3D. Pero independientemente del resultado final, el director sigue dudando de la eficacia del sistema. De hecho, en una miniconferencia reciente se encontró con James Cameron y ambos hablaron sobre el formato: el primero en contra y el segundo (que se encuentra a punto de filmar Avatar 2 y Avatar 3 a la vez) a favor. Y no es de extrañar, ya que Cameron posee varias licencias de propietario de derechos del sistema).
En resumidas cuentas, se trató de un tira y afloja que sentenció la disparidad de criterios entre ambos cineastas.
Si tenéis buen nivel de inglés, aquí tenéis el momento:
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avatar 2 y 3 a la vez?? pero...de verdad cree que se le puede sacar tanto jugo a una historia cuyo argumento se cerro completamente en la primera entrega? que va a pasar en la 2? otro intento de conquista del planeta por parte de los humanos? o de otros alienigenas?(eso si seria algo nuevo, una peli sin humanos).
ResponderEliminaryo kreo k en todo caso deberia repudiarla y decir k era una version de prueba, y filmar algo mejor, y, tal vez entoncs, una tercera y segunda parte tendrian sentido y podria llegar a ser una gran saga(unos bichos azules con cola y ke montan animales en un mundo como ese es un buen entorno para una gran historia)
saludos carlos!