Desde el pasado viernes 12 de Febrero podéis disfrutar en los cines de una película perfecta para el fin de semana de San Valentín: EL HOMBRE LOBO.
En esta nueva versión del clásico de la productora Hammer El Hombre Lobo (dirigida por George Waggner en 1945 y protagonizada por el mítico Lon Chaney Jr, el tejano Joe Johnston ("Jumanji", "Parque Jurásico III" y próximamente The First Avenger: Captain América - de la que vamos informando aquí-), ejerce de director. Y se rodea de unos convincentes Benicio Del Toro ("Sospechosos Habituales", "Che"), Anthony Hopkins (no necesita presentación), Emily Blunt ("El Diablo viste de Prada", "La Reina Victoria") y Hugo Weaving (el agente Smith de la saga "Matrix") para ofrecernos un espectáculo de primera categoría.
Pero detrás de esas campañas de márketing y de esos costosos efectos especiales se esconde un rodaje plagado de contratiempos, retrasos y complicaciones. Empecemos...
Benicio Del Toro fue el primero en llegar al proyecto. De hecho, el de Puerto Rico es un auténtico fanático del personaje, quien declaró "Tengo el póster del film original en el salón de casa, enmarcado". Cuando Rick Yorn, su agente, vio el poster en su casa le dijo "¿Sabes? mañana voy a ver a los de Universal. les hablaré del asunto", a lo que Del Toro respondió "Sí. Sería guay hacer un 'remake' de eso".
La maquinaria se puso a trabajar, y se contrató al guionista Andrew Kevin Walker (autor de los textos de "Seven" y "Sleepy Hollow"). Acto seguido, subieron al proyecto Emily Blunt y Hugo Weaving. El último en subir al barco fue Anthony Hopkins.
El director Mark Romanek ("Retratos de una Obsesión") se iba a hacer cargo del proyecto, pero tras año y medio preparando una detallada preproducción, abandonó el mismo debido a las ya consabidas y muy diplomáticas "diferencias creativas".
Los de Universal Pictures estaban acojonados, y tantearon a cineastas como Brett Ratner ("X-Men 3"), Frank Darabont ("Cadena Perpetua", "La Milla Verde"), James Mangold ("El Tren de las 3:10", "Identidad") y Martin Campbell ("007: Casino Royale" y próximamente "Green Lantern"). Finalmente fue Joe Johnston quien aceptó el reto de dirigir la película a tres semanas de iniciarse el rodaje, y se trajo consigo al guionista David Self ("Camino a la Perdición") para que puliera y agilizara el denso texto de Walker.
Johnston declararía "¿Cómo te preparas para una película de ésta envergadura en tan sólo tres semanas? Tuve que confiar más que nunca en mi instinto. Mientras filmábamos iba mirando el guión contínuamente. Los actores se sabían los diálogos, pero yo me vi obligado a improvisar sobre la marcha". Quizás por eso los productores fueron derivando cada vez más tareas en el Director de Segunda Unidad: Vic Armstrong. Atentos a su currículum: "Desafío Total", "007: Muere Otro Día", "La Guerra de los Mundos", "Indiana Jones 1 & 2" y "Soy Leyenda".
La relación entre Johnston y Armstrong ni fue nunca demasiado cordial. Y quedó patente en la ComicCon de Las Vegas de 2008 (algo así como el Salón del Cómic pero a lo bestia), donde únicamente se presentaron Armstrong, el maquillador Rick Baker (creador de Chewbacca) y Benicio Del Toro. De Johnston, ni rastro.
Pero aún hubo más. Sí, amigos.
La post-producción no fue mejor. El estreno del film se retrasó cinco veces: de Navidad de 2008 se pasó a Febrero de 2009, después a Abril, después a Noviembre, y finalmente a la fecha que se ha estrenado. ¿El motivo? Tras un pase privado para los productores, Scott Stuber (uno de ellos) aconsejó filmar escenas adicionales para reforzar algunos aspectos de la trama. Con lo que se volvió a llamar a los actores, y montar de nuevo los decorados necesarios...
¿Queréis más?
Justo antes de las Navidades de 2009, Universal anunció que habían contratado a dos de los más prestigiosos editores para que montaran la película (obviamente descontentos con la tarea del montador habitual de Johnston: Dennis Virkler). Ellos eran Mark Goldblatt, especialista en películas de acción (Rambo 2, Terminator 1 y 2, y Starship Troopers) y Walter Murch (trilogía El Padrino, El Paciente Inglés, Cold Mountain). Como veis dos pesos pesados en sus campos. No obstante, en los créditos de la película únicamente aparece Virkler.
Pero no todo va a ser malo: durante todo este follón, algunos productores tuvieron la genial idea de enfocar la película para un público mayor de 18 años, y no a mayores de 13, como se pretendía en un principio. A ellos debemos agradecer la sangre y las vísceras que adornan la película.
De la película destacamos la atmósfera en general: decorados, fotografía, maquillaje, vestuario, etc. Que crea un envoltorio lúgubre, fantástico, sórdido y muy pictórico, casi teatral.
Y otra mención al excelente maquillaje del veterano Rick Baker. Gracias a él no tenemos a un licántropo tridimensional menos creíble que los del crepúsculo esos...
Para terminar, una curiosidad: cuando Benicio Del Toro ruge, la voz (o rugidos) pertenecen a Gene Simmons (el vocalista de la mítica banda de rock Kiss)
A disfrutarla!
Pedazo de artículo! Pon más a menudo de estos. Molan
ResponderEliminarHUGO WEAVING ESTA MUY DESAPROVECHADO EN ESTA PELICULA. CHAPÓ PARA EL HOPKINS, COMO SIEMPRE
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