14 de febrero de 2011
GOYA 2011: "PA NEGRE" ARRASA
Hola cine-adictos !
Como (casi) todos sabréis, ayer por la noche tuvo lugar la ceremonia número XXV de los premios Goya del cine español.
Una ceremonia que contó con el humorista catalán Andreu Buenafuente como conductor principal, y en la que pudimos ver a Luis Tosar cantando, bien acompañado de Paco León y otros famosos actores y actrices. También destacó el discurso de despedida del presidente de la academia, Álex de la Iglesia, aunque de eso ya hablaremos más abajo.
La película filmada en catalán PA NEGRE ha sido la gran vencedora, cosa que no deja de ser curiosa. Os dejo la lista de ganadores de los Goya 2011.
Mejor película: PA NEGRE
Mejor director: Agustí Villaronga por PA NEGRE
Mejor actor protagonista: Javier Bardem por BIUTIFUL
Mejor actriz protagonista: Nora Navas por PA NEGRE
Mejor actor de reparto: Karra Elejalde por TAMBIÉN LA LLUVIA
Mejor actriz de reparto: Laia Marull por PA NEGRE
Mejor actriz revelación: Marina Comas por PA NEGRE
Mejor actor revelación: Francesc Colomer por PA NEGRE
Mejor dirección novel: David Pinillos por BON APPÉTIT
Mejor dirección de producción: TAMBIÉN LA LLUVIA
Mejor dirección de fotografía: PA NEGRE
Mejor guión original: Chris Sparling por BURIED (ENTERRADO)
Mejor guión adaptado: Agustí Villaronga por PA NEGRE
Mejor dirección artística: PA NEGRE
Mejor montaje: Rodrigo Cortés por BURIED (ENTERRADO)
Mejor música original: Alberto Iglesias por TAMBIÉN LA LLUVIA
Mejor canción original: Jorge Drexler para LOPE
Mejor diseño de vestuario: LOPE
Mejor sonido: BURIED (ENTERRADO)
Mejor maquillaje y peluquería: BALADA TRISTE DE TROMPETA
Mejores efectos especiales: Reyes Abades por BALADA TRISTE DE TROMPETA
Mejor película de animación: CHICO Y RITA
Mejor película documental: BICICLETA, CULLERA, POMA
Mejor corto documental: MEMORIAS DE UN CINE DE PROVINCIAS
Mejor corto de animación: LA BRUXA
Mejor película hispanoamericana: LA VIDA DE LOS PECES
Mejor película europea: EL DISCURSO DEL REY
Y ahora, hablemos del famoso discurso de despedida de Álex de la Iglesia.
Con la Ley de Economía Sostenible (más conocida como Ley Sinde) encima de la mesa y dispuesta a sembrar más discordia en todos los ambientes del cine español, teníamos la excusa perfecta para olvidarnos de que era la noche en la que, en teoría, se discernía sobre la vigencia y el empuje (o la carencia de él) de un cine siempre en el abismo de la desconexión absoluta con su público (cada año salen las cifras del anterior justo antes de la entrega de estos premios, y cada año todos se llevan las manos a la cabeza) y del desprestigio total con su crítica. Y aunque unos premios industriales como estos tienen mucho de autobombo y de enmascaramiento de los problemas de la industria cinematografía, también sirven para hacerse una idea global del estado de cosas.
Alex de la Iglesia ha sido el presidente más mediático de la historia de la academia. Ha procurado dar una imagen hacia el exterior de diálogo y de buen rollo, de trabajo y de respeto por profesionales y espectadores. Sabiéndose uno de los directores que, a sus escasos cuarenta y cinco años, es de los más célebres, queridos y representativos de un cierto cine español que huye de los convencionalismos. Él trata de ofrecer títulos más arriesgados y más - por así decirlo - diferenciados de lo que hasta los años noventa era considerado el "cine español" (o sea, tetas y culos, y folklóricas, hablando en plata), de la Iglesia era muy consciente que aceptando el cargo de presidente le esperaba un verdadero reto al que se enfrentaría con su carisma y su energía habituales. Sin embargo, con la Ley Sinde, y tras su encuentro con internautas y productores, decidió dimitir para, en sus propias palabras, " enfrentarse al problema y seguir dialogando como cineasta ".
Puede que esté equivocado, pero creo que los mejores cineastas no hacen cine gracias al público, sino a pesar del público, y buena prueba de ello es que la película más premiada de la noche, la triunfadora PA NEGRE (Agustí Villaronga, 2010) es la que menos entradas y menos repercusión popular ha tenido.
Uno de los lastres del cine español es este: por mucho que se insista en que es un cine de búsquedas artísticas, lo que más importa a las autoridades culturales de este país es su éxito económico y su repercusión popular antes que sus calidades formales o su importancia estética.
Y estoy seguro de que Agustí Villaronga, por poner un ejemplo, no estaba pensando en agradecer a los ciudadanos la posibilidad de hacer PA NEGRE mientras escribía, filmaba y montaba su película. Porque los ciudadanos les importa un carajo lo que vaya o no a hacer un cineasta, hasta que ven la película terminada y el resultado les convence (o no, y lamentan gastarse unos pocos euros en la entrada antes que en dos paquetes de tabaco o una copa). Antes de eso, el cineasta puede estar muy agradecido, puede codearse con internautas, puede manejar redes sociales, puede tener miles de amigos por la red y ser un tío carismático, pero los ciudadanos no van a mover un dedo por reunir la financiación necesaria, ni le van a dar palmaditas al director mientras escribe el guión y se desespera ante los miles de problemas y dudas que surgen en su redacción, ni van a poner de su parte para que el rodaje sea menos duro y las tomas salgan bien, ni van a pelearse con los productores e inversores, ni van a hundirse en la miseria cuando nadie comprenda lo que han intentado crear. Quieren ver la película terminada y juzgar con un simple "vaya mierda de película" al salir de la sala todos los meses de trabajo de decenas de personas. La gente es así.
Hay películas que ven cuatrocientos millones de personas (en cines o por la red) y son basura, y hay películas que ven cuatro gatos y son obras de arte. El público tiene que estar a la altura de lo que le están regalando. Considerarles, siempre, el juez más importante y definitivo, es un error grandísimo.
Basta de cháchara. Os dejo el discurso íntegro de Álex de la Iglesia:
Buenas noches.
El día de hoy ha llegado porque hace 25 años, doce profesionales de nuestro cine, en medio de una crisis tan grave como la nuestra, caminaron juntos a pesar de sus diferencias. Quiero empezar este discurso felicitando a los fundadores de la Academia.
No sólo ellos, sino todos los que me han precedido en esta institución, vicepresidentes, miembros de las juntas directivas y el conjunto de los académicos, nos han traído esta noche aquí, al Teatro Real, para celebrar el 25º aniversario de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y la existencia misma de los premios Goya. A todos, muchísimas gracias.
Puede parecer que llegamos a este día separados, con puntos de vista diferentes en temas fundamentales. Es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones. Y nada más. Porque en realidad, todos estamos en lo mismo, que es la defensa del cine. Quiero por ello felicitar y agradecer a todos los que estáis aquí, por caminar juntos en la diferencia, y hasta en la divergencia.
Hacemos mucho ruido, pero es que esta vez, hay muchas nueces. El choque de posturas es siempre aparatoso y tras él surge una nube de humo que impide ver con claridad. Pero la discusión no es en vano, no es frívola y no es precipitada.
No podemos olvidar lo más importante, el meollo del asunto. Somos parte de un Todo y no somos nadie sin ese Todo. Una película no es película hasta que alguien se sienta delante y la ve. La esencia del cine se define por dos conceptos: una pantalla, y una gente que la disfruta. Sin público esto no tiene sentido. No podemos olvidar eso jamás.
Dicen que he provocado una crisis. Crisis, en griego, significa “cambio”. Y el cambio es acción. Estamos en un punto de no retorno y es el momento de actuar. No hay marcha atrás. De las decisiones que se tomen ahora dependerá todo. Nada de lo que valía antes, vale ya. Las reglas del juego han cambiado.
Hace 25 años, quienes se dedicaban a nuestro oficio jamás hubieran imaginado que algo llamado internet revolucionaría el mercado del cine de esta forma y que el que se vieran o no nuestras películas no iba a ser sólo cuestión de llevar al público a las salas.
Intenet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir información, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son ciudadanos, son sencillamente gente, son nuestro público.
Ese público que hemos perdido, no va al cine porque está delante de una pantalla de ordenador. Quiero decir claramente que no tenemos miedo a internet, porque internet es, precisamente, la salvación de nuestro cine.
Sólo ganaremos al futuro si somos nosotros los que cambiamos, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un nuevo modelo de mercado que tenga en cuenta a todos los implicados: Autores, productores, distribuidores, exhibidores, páginas web, servidores, y usuarios. Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia un nueva manera de entender el negocio del cine.
Tenemos que pensar en nuestros derechos, por supuesto, pero no olvidar nunca nuestras obligaciones. Tenemos una responsabilidad moral para con el público. No se nos puede olvidar algo esencial: hacemos cine porque los ciudadanos nos permiten hacerlo, y les debemos respeto, y agradecimiento.
Las películas de las que hablamos esta noche son la prueba de que en este país nos dejamos la piel trabajando. Sin embargo, el mismo esfuerzo o mayor hicieron tantas otras películas que no han llegado a los sobres de las candidaturas. Ellos tambien se merecen estar aqui, porque han trabajado igual de duro que nosotros.
Quiero despedirme en mi última gala como presidente, recordando a todos los candidatos a los Goya tan solo una cosa: qué más da ganar o perder si podemos hacer cine, trabajar en lo que más nos gusta. No hay nada mejor que sentirse libre creando, y compartir esa alegría con los demás. Somos cineastas, contamos historias, creamos mundos para que el espectador viva en ellos. Somos más de 30.000 personas que tienen la inmensa suerte de vivir fabricando sueños. Tenemos que estar a la altura del privilegio que la sociedad nos ofrece.
Yo creo, con toda humildad, que si queremos que nos respeten, hay que respetar primero.
Y Por último, me gustaría contarle algo al próximo Presidente de la academia, que ya me cae bien, sea quien sea: estos han sido los dos años más felices de mi vida. He conocido gente maravillosa de todos los sectores de la industria. He visto los problemas desde puntos de vista nuevos para mí, lo que me ha enriquecido y me ha hecho mejor de lo que era. He comprobado que trabajar para los demás es una experiencia extraordinaria por muy duro que resulte en un principio, y sobre todo: han pasado 25 años muy buenos, pero nos quedan muchos más, y seguro que serán mejores.
Buenas noches.
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Tengo que felicitar y dar mi más sincera enhorabuena a Carlos Lorite por este magnífico resumen sobre los premios Goya, a gente como a mi que nos apasiona el cine valoramos de verdad el trabajo y esfuerzo que requiere llevar a cabo un blog como este.
ResponderEliminarGracias y por favor no dejes de escribir!!!
SV